Entrevista a Carlos de León.
Maeve Pérez.
Lo peor de este oficio es la inestabilidad.
Los elegidos que viven de esto son muy pocos, en Canarias, menos.
Todavía siento que estoy empezando, que me queda mucho por hacer, y deseo que así sea.
Aprovechando la proximidad del Día Mundial del Teatro, el 27 de Marzo, no se nos ocurrió mejor manera de anticiparnos a su celebración que dedicando este especial a alguien que “pinta” mucho en esto, Carlos De León.
Para los que estén muy despistados aclaramos que Carlos De León es actor, natural de la isla de la Palma. Titulado Superior en Artes Escénicas en la especialidad de Interpretación en la Escuela de Actores de Canarias y actual director de la Escuela de Teatro Pilar Rey de Santa Cruz de la Palma para más señas.
Si hablamos de teatro, cabe destacar su actuación en “Los Mares habitados”, que no pasó en absoluto inadvertida (Mejor Intérprete masculino y Mejor Espectáculo en Premios Réplica de las Artes Escénicas de Canarias 2009 y nominación a los premios Max 2010 como mejor espectáculo revelación), además de su participación en “El Apagón” y “Movimiento Esthelar” (ambas obras con Producciones del Mar, 2008- 2007) o “Jubileo” (con la compañía Klótikas que también obtuvo la nominación al mejor espectáculo revelación en los Premios Max de Teatro 2003).
En su currículum como actor acumula innumerables cortometrajes como “Tetas, a mi me gustan grandes” (de Selu Vega, Premio Mejor Actor en el Festival Tiempo Sur 2011), “Peliculeros” (de José Lobillo, seleccionado en el catálogo de Canarias en Corto 2009-2010 y segundo premio en el XII Certamen de cortos de Ripollet, Barcelona), “Cuanto más ligero” (Primer premio en el IV certamen de Canarias Rueda, 2008), “Gallos” (de David Pantaleón, 2006, primer Premio en La Palma y tercer Premio Regional, Canarias Rueda 2007, primer Premio Festival del Sol 2008), “Exijo ser un héroe” (de Artemio Espinosa, Mejor Guión en el Festivalito 2005 y tercer Premio Festival de cine de Aconcagua de Chile 2005), etc…
Y en cuanto a largometrajes podemos nombrar: “Quemando suerte” (de Luis F. Lodos, 2009), “Nox Irae”, Noche de ira, (de Ado Santana, 2008), 90 minutos and I love you (Rodada en Nueva York, Premio del Público en la XI edición del Festival de Cine Digital de Florencia), “El amor se mueve” (de Mercedes Afonso 2007), “Cartas Italianas” (de Mario Iglesias, 2007) estas últimas rodadas en la Palma).
También le hemos podido ver colaborando con los chicos de Malviviendo, en la famosa serie de internet, incluso en videoclips musicales como el de “Adoro el alcohol” del grupo Taimuca
Pero su experiencia no sólo se ha limitado a actuar delante de las cámaras, también ha experimentado como director en el caso de los cortos “Her eyes” (Ganador del premio del jurado y del premio del público Festivalito 2009), “Cuanto más ligero”, “Naturaleza misteriosa” (director y co-guionista, Premio del público Mejor Cortometraje del Festivalito 2008), “Esta noche no salimos”, o “Esperanza”. También obtuvo el tercer premio en un concurso de spots promocionales para el día de Canarias con “Un canario en la capital”.
Entrevista
Si le echamos un vistazo a tu curriculum, vemos que te gusta tocar todos los palos, actor, director, guionista, cine, teatro… Si tuvieras que escoger una faceta, ¿con cuál te quedarías? ¿En qué te consideras mejor?
CDL: Yo me considero actor. Es para lo que he estudiado y es lo que me gusta. Es cierto que he dirigido algunos cortos en los que he ejercido también como guionista, pero más como una necesidad personal de contar algo, como terapia. A veces necesitamos sacar algunos fantasmas fuera, y mi manera de hacerlo es contando una historia. Hay gente que pinta, otra que escribe, yo cuento historias con una cámara. Ahora estoy descubriendo la faceta de director de teatro, y la verdad es que también me gusta. Si me preguntas si prefiero el cine o el teatro, es como preguntarme si quiero más a mi padre o a mi madre. He de reconocer que me fascina el cine, en todas sus facetas, pero creo que el teatro es la escuela y te da las tablas. Así como el teatro te da el impagable contacto directo con el público, el cine te da la posibilidad de llegar a un mayor número de espectadores, mucho más ahora, con Internet.
A lo largo de todos estos años, te hemos visto convertido en un cómico super-héroe, en electricista, en arquitecto gay , te hemos descubierto enamorado, obseso, depresivo… Has pasado de ser muerto del holocausto, a cruzar el mar en patera, hasta llegar al narcotráfico … ¡Vamos, que tu problema de momento, no es el encasillamiento! A la hora de interpretar, ¿qué te resulta más complicado, los papeles de comedia o los dramáticos?
CDL: Todos son complicados. Hay que estudiar el personaje, profundizar en él, ponerse en su piel y eso es cuestión de trabajo y de técnica, da igual que el papel sea cómico o dramático. Yo les digo a mis alumnos que se le debe sacar todo el jugo a cualquier personaje, por muy pequeño que sea, porque el resultado se agradece en escena. Creo que se disfrutan de manera diferente los personajes cómicos y los dramáticos, no sé con cuales me quedaría. Quizás la comedia me resulta menos complicada, a pesar de la dificultad que conlleva.
Has conseguido reconocimientos como guionista (con los cortos “Her Eyes”, “Cuanto más ligero”, “Naturaleza misteriosa”…) y también como actor. Uno de tus mayores éxitos -corrígenos si no estás de acuerdo- fue el que lograste con tu interpretación en “Los Mares habitados”, una obra sobre los dramas que se esconden tras la emigración. Cosechó excelentes críticas y te valió el ser galardonado como Mejor intérprete masculino de los Premios Réplica de las Artes Escénicas de Canarias 2009. Los premios siempre son una satisfacción bienvenida. Pero, son siempre una razón para superarse, una especie de incentivo, o por el contrario pueden hacer que te “relajes” y bajes la guardia?
CDL: En este oficio nunca puedes bajar la guardia. Hoy eres portada de una revista y mañana nadie se acuerda de ti, es así de duro. Los premios son maravillosos, se te reconoce un trabajo bien hecho, pero eso no quiere decir nada. Yo, por ejemplo, no he vuelto a hacer teatro después del premio Réplica. Es cierto que ahora mismo estoy absorbido por el proyecto de La Escuela de Teatro Pilar Rey, pero tampoco me ha llamado nadie para preguntármelo. Hoy estás arriba, mañana nadie se acuerda de ti. En este mundo, si no trabajas, si la gente no te ve, no existes.
El papel que desarrollas actualmente como director de la Escuela de Teatro Pilar Rey, imaginamos que ha supuesto un cambio radical en tu vida. ¿Echas de menos el escenario desde el otro lado, los rodajes, las giras..?
CDL: Por supuesto. La vida de un actor está encima de las tablas, o delante de una cámara. Cuando decidí estudiar esta carrera fue precisamente por eso. Pero intento verle el lado positivo, estoy aprendiendo mucho de mis alumnos, más de lo que ellos se creen, y de alguna manera, esto me ayuda a evolucionar como actor, no te permite desconectar nunca. Me encantaría poder compaginar las facetas de actor y la de docente. Tiempo al tiempo.
Te ha resultado difícil habituarte a tu nuevo papel de director y docente? ¿ Cómo preparas tus clases?
CDL: La verdad es que sí. Nunca había dado clases, es mi primera vez. Llegué a la Escuela aterrado. Muchas veces me había llenado la boca diciendo que nunca daría clases, me parecía algo imposible. Pero hubo un grupo de gente que creyó en mí, y me dieron la confianza para dar este paso. Cada día es un reto, y de momento se está superando dignamente.
En la Escuela hay diferentes grupos y diferentes edades. Con los grupos infantiles, directamente, hacemos juego teatral, que consiste en jugar mientras aprendemos conceptos teatrales, casi sin darnos cuenta: estar en escena, actitud, ritmo, imitación… incluso el argot. Divertirnos mientras aprendemos, para que el día que estemos preparados, poder enfrentarnos a un público con garantías de que vamos a ofrecerle un producto de calidad.
Con los adolescentes y los adultos, me centro más en el montaje de escenas y espectáculos. Aquí aprendemos haciendo, y al final podemos mostrar nuestro trabajo al público, que al fin y al cabo, es lo que necesita un actor, ponerse delante de un auditorio y exponer su trabajo, venciendo todos los miedos que esto supone.
Mójate un poco en la respuesta y cuéntanos si ha habido algún momento desde que aceptaste este cargo en que se te ha pasado por la cabeza aquello de ¿en qué me he metido yo?
CDL: Jajajajaja. Bueno, podría decirte que desde el primer día que llegué a la escuela y me encontré con un grupo de niños que pasaban de mí. Tú te preparas tus clases y ellos te las desarman, jajajaja.
No, en serio, alguna vez lo piensas, porque tu ilusión es vivir de actuar, pero como yo digo: “Los elegidos que viven de esto son muy pocos, en Canarias, menos. Yo estuve 10 años haciéndolo, y tal y como están las cosas hoy en día, me considero un privilegiado de estar donde estoy.”
¿Qué has aprendido de esta nueva etapa?
CDL: Yo he tenido una asimilación muy lenta de todos los conceptos que me transmitieron cuando estudié. Tenía 17 años cuando me fui a La Escuela de Actores y fueron muchos cambios de golpe. Era un chico de una isla menor, muy inocente, rodeado de gente mayor que yo y con mucho más recorrido vital que el mío. Esto es importante a la hora de tener recursos para interpretar, para crear personajes. Al fin y al cabo estamos hablando de jugar con sentimientos y yo no sabía nada de la vida. Hoy estoy al otro lado y entiendo muchas cosas que me decían mis profesores, porque veo reflejadas actitudes y conflictos que yo sufrí, en mis alumnos.
¿Qué tipo de cine “consume” Carlos de león? ¿Cuáles son tus películas, directores y actores favoritos?
CDL: La verdad es que últimamente estoy algo desconectado de las carteleras, aunque soy un enamorado del cine. Me gusta el cine español, sobre todo el que se empezó a hacer a partir de los 90, un cine sin complejos, fresco, diferente al que se había hecho hasta ese momento: Alex de La Iglesia, Alejandro Amenábar, Mateo Gil, Pedro Almodóvar, Juanma Bajo Ulloa, Julio Medem… entre otros, una generación de directores con la que puedo estar más o menos de acuerdo en cuanto a la forma, pero creo que indudablemente abrieron una puerta a un tipo de cine diferente al que se hacía en España hasta ese momento.
Tu trayectoria ha estado intimamente ligada a a proyectos como Canarias en Corto, donde fue seleccionada “Peliculeros” y sobre todo a Festivales como los desaparecidos Canarias Rueda y El Festivalito. Hace ya años que se van extendiendo Festivales como NOTODOFILM (Festival de cine en internet) o Movilfest (Festival de cortos con móviles, tablets y webcam). ¿Qué te parecen estas iniciativas como alternativa al cine convencional?
CDL: La tecnología avanza tan rápido, que va por delante de la industria. Hoy en día, cualquiera puede contar con los medios para realizar un producto cinematográfico con un mínimo de calidad. Tal y como está el cine hoy en día, con el tema de los recortes, etc… estos festivales son una plataforma para estos trabajos. Son un escaparate indispensable para todos estos artistas que sin ellos, no tendrían otra forma de darse a conocer. Son el futuro del cine, luchar contra esto me parece contraproducente. Renovarse o morir.
Por cierto, hablando del NOTODOFILMFEST, este año ha entrado entre los seleccionados el palmero Juanjo Neris. En la pasada edición presentaste un corto a este festival, titulado “Paramnesia”, este año no has participado. ¿Falta de ideas o falta de tiempo?
CDL: Falta de tiempo. Ni me planteé grabar nada. Durante el primer trimestre de este curso, escribimos y rodamos 13 cortos con los alumnos de La Escuela, digamos que de alguna forma maté el gusanillo. Me gustaría hacer algo durante el verano, cuando desconecte de mi trabajo como profesor.
En muchos de los trabajos que has realizado has coincidido repetidamente con otros actores y creadores como David Pantaleón, Luifer Rodríguez, Juanjo Neris, David Sainz, David Valderrama… Desde fuera se intuye una relación de fuerte complicidad, digamos que de “compadreo”. ¿Es realmente cierta esta percepción nuestra?
CDL: Pues sí. A lo largo de este camino te vas encontrando con gente con la que compartes formas de ver el trabajo…, y lo que no es el trabajo, y con la que te gusta pasar tu tiempo, porque te aportan cosas. A David Pantaleón lo conocí cuando estudiábamos en La Escuela de Actores de Canarias, y se convirtió en uno de mis mejores amigos. Es un orgullo poder decir que comenzamos juntos en esto, a parte de haber sacado adelante proyectos comunes, David es como de mi familia. Es un grandísimo actor y director, que muchas veces me ha servido como referente de cómo hacer bien las cosas. Juanjo Neris es una persona que tiene mis mismas inquietudes y está aquí, en La Palma. Es una bombona de oxígeno encontrar a alguien con el que ilusionarte con proyectos y tenerlo al lado. Sé que puedo contar con él cuando lo necesito para cualquier cosa, y él igual conmigo. El resto, como tantos otros, he tenido la enorme suerte de conocerlos en el Festivalito, grandísimo punto de encuentro de creadores de todo el mundo, que desde mi punto de vista, no hemos sabido valorar. Es una pena que haya desaparecido, y espero, de todo corazón, que la isla vuelva a recuperarlo. Hay personas que una vez que las conoces y compartes vivencias, éstas te unen, y hacen que te embarques en viajes artísticos con esa gente con la que te gusta estar. No se trata de dinero, así que intentas pasarlo bien mientras trabajas. ¡Qué suerte conocer a tantos artistas!
Suponemos que te sabes un afortunado, ya que de una u otra manera, sea actuando o enseñando, perteneces a ese privilegiado grupo que puede vivir de lo que le gusta. Si no hubiera sido así, si no hubiera llegado ni un premio, ni un reconocimiento y llegado a este punto no hubieras conseguido subsistir con tu trabajo… ¿Aún así considerarías que habría valido la pena?
CDL: Hay momentos en los que se pasa muy mal. Lo peor de este oficio es la inestabilidad. Si no me hubiesen dado la oportunidad de subirme a un escenario, o de ponerme delante de una cámara, tal vez me hubiese sentido frustrado o fracasado, pero creo que hubiese sido peor no haberlo intentado, porque entonces si que habría perdido. Llegar hasta aquí ha sido duro, y lo seguirá siendo, pero valdrá la pena ver que hay al final del camino.
Desde ese “grado” que dicen que da la experiencia, ¿cuál es el consejo más valioso que puedes darle a tus alumnos, o a cualquiera que esté intentando empezar su camino en este mundillo?
CDL: Yo todavía siento que estoy empezando, que me queda mucho por hacer, y deseo que así sea. Mis consejos son que tengan los ojos bien abiertos, porque de todo se aprende, que sean pacientes, tolerantes y humildes. Y sobre todo, que disfruten del camino, que se diviertan caminándolo.
Esperamos que hayan podido conocer un poco más a este actor “made in la Palma” y les animamos a asistir el próximo 27 de Marzo a la obra “Quedan detenidas”, una adaptación de Carlos De León, que con motivo del Día Internacional del Teatro, será representada por los alumnos de la Escuela de Teatro en el Circo de Marte de S/C de la Palma. El día 29 también tendrá lugar la puesta en escena de “Arte” de Yasmina Reza en la Casa Principal de Salazar.
Un gran actor y gran profesor, pese a su juventud. Me ha encantado la entrevista y la naturalidad de Carlos al responder. Chapó. Un saludo de un palmero en La Laguna