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7 de octubre de 2013.
El deportista palmero Ricardo García, finaliza con éxito la prueba de unir Ibiza y Alicante en esquís acuáticos.
Ricardo ha demostrado una vez más que la tenacidad, la constancia, y el deseo por lograr objetivos es mas fuerte que los dolores o que cualquier otra cosa.
El deportista palmero, Ricardo García Castro, en el día de hoy, 7 de octubre 2013, ha concluido, con éxito, la prueba de esquís acuáticos que tenía prevista.
A pesar de todas las adversidades sufridas a lo largo de estas semanas (no solo por las condiciones meteorológicas, que no estaban permitiendo realizar la prueba o de los imprevistos de última hora con barcos, etc.) Ricardo, esta mañana logró alcanzar un nuevo reto: unir Ibiza ( Puerto de San Antonio) con Alicante, (Javea).
En un periodo de tiempo verdaderamente corto, 2 horas 52 minutos y a una velocidad de 19 nudos, recorriendo un total de 56 millas náuticas.
Salió a las 8:56 horas del puerto de San Antonio y se llegó al puerto de Javea a las 11.48 horas.
El éxito ha sido rotundo, no solo por haber superado la prueba en si, que ya es meritorio, sino por hacerlo sin arnés de tiro, únicamente valiéndose de la fuerza de sus brazos.
Esta prueba suponía, además, un reto añadido para Ricardo García, ya que hace ahora un año sufrió un aparatoso accidente de motocicleta en EEUU que casi le cuesta la vida. Desde entonces no se había enfrentado a ningún reto. Por lo que este ha significado muchísimo para él, ya que demuestra que todo el esfuerzo que ha realizado por recuperarse ha tenido su recompensa. Quiere que este mensaje, no solo que sirva para él , sino que llegue a otras muchas personas que como él han vivido una situación similar, un accidente o una enfermedad que les impide seguir con su vida diaria. Ricardo ha demostrado una vez más que la tenacidad, la constancia, y el deseo por lograr objetivos es mas fuerte que los dolores o que cualquier otra cosa. Que lo más importante es proponerse metas y sueños y trabajar por llegar a ellos, con optimismo y sin desmoralizarse.
Este ha sido uno de los objetivos de la prueba. No solo demostrarse a sí mismo que podía recuperar su vida, sino mostrar al mundo que QUERER ES PODER .
El equipo estaba formado por dos lanchas, una de arrastre y otra de apoyo (que le iba suministrando agua, plátanos y frutos secos, imprescindibles para poder obtener energía para la prueba).
Llevaban dos patrones profesionales, y otros dos que son los que han realizado con él todas las travesías, la notario de San Antonio María Dolores Fraile, una enfermera, una coordinadora de seguridad , una fotógrafa y tres miembros más del equipo, encargados de acercar a Ricardo con un bichero, atado con una red, todos los alimentos y bebidas. Además de recoger los botellas de agua que quedaban vacias, que Ricardo, muy concienciado con el medio ambiente, no lanzaba al mar.
Durante la noche, debido al estado de nervios, Ricardo no pudo dormir nada en absoluto. Su primera hazaña tras su accidente era demasiado y las imágenes que le venían a la mente le impedían conciliar el sueño. Por la mañana se encontraba un tanto derrotado y sin energías. Sin embargo el equipo no dudo en animarle para que iniciara la prueba.
En el momento en que se puso los esquís y se lanzó al agua todo el agotamiento se desvaneció y todo cobró sentido de nuevo. Desde la lancha de apoyo le hablaban y se comunicaban con él, a pesar de que no se podían acercar demasiado, por la potencia del motor y la posibilidad de hacer caer a Ricardo.
En sus esquís llevaba pegada la foto de sus padres, ya fallecidos y de su equipo para motivarse y levantar el ánimo.
Durante la primera parte Ricardo se mostró cómodo. En la segunda parte se mira los pies, que es lo único que podía ver de su cuerpo y comprueba que se han puesto negros, se le duermen las piernas. Esto hizo que se pusiera muy nervioso y empezara a decaer. El mismo Ricardo pidió ánimos al personal de la lancha de apoyo que no dudó en hacer todo tipo de pantomimas, incluso disfrazarse, para que olvide los dolores y siga adelante. Aún así la situación alarmó a todos.
Tras dos horas de travesía y ya en el último tramo, comenzó a divisar la costa. Logró sacar fuerzas de no se sabe donde, pidió a la lancha de arrastre que acelerase para poder llegar y consiguió su propósito.
Una vez más, no ha defraudado. Una nueva hazaña que jamás olvidará ninguno de los que vivió con él este reto.
Todo esto ha sido posible por la colaboración de estas empresas: Air Europa, Cupalma, Clínica Cemtro, Cabildo de La Palma, Gobierno de Canarias, Stenellainmobiliaria, Hotel Bellamar Ibiza, Siamarine, Heavenrib Ibiza, Club Náutico Javea, Avantcar, San Antoni y San Josep Estación Náutica, Ciac informática, Vinos Tendal, Mabel Joyeros, Blau park Hoteles, Ample 32 Cocina Creativa, Sermeva, Deportes Atlantic Orcasub Ibiza.
