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25 de septiembre de 2013.
El deportista palmero Ricardo García Castro unirá Ibiza y Alicante subido en sus esquís acuáticos.
El nuevo reto náutico del deportista palmero Ricardo García Castro fue presentado ayer en la Casa Salazar en Santa Cruz de La Palma. El joven tijarafero, acompañado por parte de su equipo, ha explicado la prueba que pretende desarrollar uniendo sobre esquís y sin más ayuda que sus propias manos (sin arnés de tiro) las playas de San Antonio (Ibiza) con la de Javea (Alicante), en aguas del Mediterráneo, recorriendo una distancia total de aproximadamente 55 millas náuticas.
No es la primera vez que Ricardo García afronta un reto de estas características. Dentro de su peculiar y único currículum sobre los esquís acuáticos, este intrépido navegante ha llevado a cabo hazañas nunca vistas como la que le llevó a completar la unión de las siete islas Canarias en el año 2005, recorriendo un total de 187,8 millas náuticas, la travesía entre Lanzarote y La Palma haciendo una sola escala en Tenerife en 2008, de 242 millas, o la circunvalación sin paradas de la isla de La Palma en 2007, de 72 millas.
Esta prueba supone, además, un reto añadido para Ricardo García, ya que hace ahora un año sufrió un aparatoso accidente de motocicleta en EEUU que casi le cuesta la vida. Es por este motivo, y tras afrontar un duro y doloroso proceso de recuperación en tiempo record, por el que este bravo deportista palmero quiere dedicarle esta prueba a todas aquellas personas que han pasado por circunstancias similares y demostrar así que con voluntad y tesón todos somos capaces de recuperar y alcanzar nuestras ilusiones en la vida.
El desarrollo de la prueba náutica tendrá lugar en las próximas semanas a expensas solamente de que lo permitan las circunstancias meteorológicas y de la mar en ese punto del Mar Mediterráneo.

Ricardo Miguel García Castro
Nació en La Punta de Tijarafe, el siete de agosto de 1973. Por sus venas corre sangre tijarafera que se manifiesta en la profunda devoción que siente por su pueblo, cuyo nombre lleva siempre orgulloso en cada empresa que acomete. Esa sangre bulle peculiarmente inquieta y lleva a Ricardo a embarcarse en hazañas que sitúan el listón de las expectativas siempre un poco más alto, superando las adversidades que ha encontrado siempre a lo largo de su vida.
La superación y la inquietud es una constante en la biografía de Ricardo. A los tres años bebió agua caliente, lo que le produjo una grave adenitis mesentérica, estrechez de tripa, que le acompañó hasta los 14 años cuando la enfermedad desapareció por si sola. Esta enfermedad afectó de forma importante al desarrollo de su infancia, de la cual pasó mucho tiempo en cama con fiebres y vómitos, y sin poder asistir al colegio normalmente.
Con el paso del tiempo fue creciendo, compaginando su inquietud con nuevos sueños y nuevas metas a pesar de que todavía quedaban por llegar duros escollos en su vida. Recién curado de su enfermedad se fractura una mano a causa de una travesura, pero lo peor llegaría a los 17 años cuando muere su madre, hecho que afectará toda la vida futura de Ricardo y que servirá de acicate, aun más si cabe, de su afán de superación.
Las adversidades no consiguen desalentar a Ricardo en el amor que siente por su pueblo, por Tijarafe, y que le lleva a participar en todo lo posible en la organización de las fiestas. Es entonces cuando comienza su vinculación a la Fiesta del Diablo. Primero bailando los cabezudos y los gigantes. Pero su mayor ilusión, desde cuando iba con su madre a las fiestas, era correr el Diablo, y esa meta bullía en sus venas de tijarafero.
Once años corre el Diablo
El 7 de septiembre de 2001, Ricardo corrió por primera vez el Diablo y lo hizo once años enseguida, hasta el año 2012 cuando tuvo un grave accidente de tráfico. La hazaña le lleva a poner en riesgo su integridad física, cargando gran un peso, aguantando temperaturas de hasta 50 ºC, soportando el humo generado por la quema de los diversos elementos pirotécnicos (incomodidad que Ricardo resolvió ingeniosamente en 2003 proveyéndose de una botellita de oxígeno), y siendo el centro de la fiesta durante unos 40 minutos. Este fue uno de los primeros desafíos de Ricardo, aquel que le había prometido a su madre. Y desde entonces le conocemos como Ricardo el Diablo.

Su pasión por el mar
Victorioso sobre el fuego, Ricardo desafía al océano y al viento, y es que le apasiona el mar. Desde 1997 ha obtenido las siguientes titulaciones: Patrón de Embarcaciones de Recreo, PADI de Buceador Guía, Divermaster Avanzado, Asistente Médico, FEDAS de Instructor de Buceo de Nivel 2.
Con ello, y con su eterna inquietud, se fue atreviendo a desafiar a diversos recorridos marítimos de media y larga distancia. Entonces se inició en el deporte del esquí acuático, entre bromas y veras, en la charca de su casa. Pronto pasó de hacer pequeñas travesías en mar abierto a enfrentarse al Gran Azul.
Superar la adversidad, superarse a sí mismo, ha sido todo en la vida de este tijarafero que ama profundamente su tierra… y su mar. Ricardo encarna la voluntad de cumplir los objetivos y los sueños, venciendo las dificultades y poniendo toda la carne en el asador en las situaciones más comprometidas porque los sueños no valen nada si no se hacen realidad.