Nuestra Isla Bonita, no vive sus mejores momentos. Salimos en todas las noticias, y no son buenas noticias. Días malos, extraños e intranquilos para todos. Infinitamente más para los que lo sufren de lleno y en primera persona.
Se respira en todos los puntos de la Isla un ambiente denso y un poco gris oscuro. Todo está impregnado de un sentimiento de incertidumbre y sensaciones desconocidas. Y es que todo esto para la mayoría, es una situación nueva y totalmente desconcertante.
Hay quien necesita estar informado cada minuto del día para sentirse un poco más seguro, y los hay que prefieren ver cuanto menos mejor, para no perder la tranquilidad. Pero al final, tanto al que quiere como al que no, le llegan por diversas fuentes novedades, imágenes y noticias que nos van afectando. La verdad es que aunque alguien no tuviera internet, ni televisión o decidiera mantenerse un poco al margen, daría igual, su deseo sería ignorado, porque el mismo volcán se hace notar en cualquier punto de la isla, con su sonido, su latir y la lluvia negra de cenizas que inunda casi todos los municipios de la Isla hace días.
Total, que al final del día no hay muchas cosas que te ayuden a sentir calma. Y es normal, porque nadie duda que la situación ahora mismo, aún siendo optimistas, es delicada y compleja. A veces parece que a cada paso, el mundo está empeñado en recordarnos que es normal que siempre tengamos miedo: porque el futuro es incierto, porque nada está seguro, porque nuestra salud es frágil, porque la política parece resultar inútil, la religión peligrosa, y las redes un sitio banal y engañoso. Y todo esto se debe a que la gente es mezquina. Y si, a veces es así. Somos humanos, una de las criaturas más frágiles, complicadas, dañinas e imperfectas que habitan esta tierra. Pero tranquilos, que eso no es lo que queríamos recordar esta noche. Sino todo lo contrario. Todavía hay gente repartida por el mundo dispuesta a aparcar un momento sus asuntos para ayudar a otra.
Navegando por las redes en la natural necesidad de estar informados, empezamos a tropezar por casualidad con infinidad de publicaciones que trataban sobre la situación. Encontramos cosas de gente de los diferentes puntos de la Isla, del resto del las Islas Canarias, de la península, y de otras muchas partes. Empresas, pequeños comercios, asociaciones, particulares, de todo un poco. Hay desde mensajes de ánimo y pequeñas colaboraciones hasta verdaderas movilizaciones.
Esto es una publicación sin ninguna pretensión informativa, ni rigor periodístico, sin orden ni concierto. Solo es una simple sucesión de unas sesenta capturas de pantalla de distintas redes sociales para que hoy se vayan a la cama con imágenes que les recuerden que:
A veces las personas, por propia iniciativa y sin imposiciones, sin nadie que se lo pida o las dirija, son capaces de dar su tiempo, su dinero, de ensuciarse, de compartir su espacio, de ofrecer lo que tienen, de comprar un pasaje y presentarse donde piensan que las necesitan. En definitiva: de hacer cosas por otros, simplemente porque quieren.
A veces …
Hay muchísimas, muchísimas más cosas que nos gustaría mostrarles, no lo duden, pero no podíamos recopilar todas las fotos, esto es solo una muy pequeña muestra.
Esperemos que el entusiasmo no acabe cuando acabe la noticia. Porque esta historia solo acaba de empezar. Como se suele decir: “Bien está, lo que bien acaba”
Para todos los que quieran continuar esta cadena de colaboración, les enviamos a este enlace donde encontraran información sobre voluntariado y las cuentas bancarias de El Cabildo Insular de La Palma, Los Ayuntamientos de Los Llanos de Aridane, El Paso, Tazacorte, y de todas las instituciones y empresas directamente implicadas con la situación que se vive en La Palma.